S
seven
Guest
Andaba con ganas de meterla en caliente y recordé que tenía pendiente una visita a esta madurita. Son mi debilidad. La llame a deshoras, buscando ya otros planes por la zona, pero me cogió el teléfono y me convenció ese acento del sur que se gasta y la facilidad con la que se puede hablar con ella. No defrauda en nada de lo que dice. Tiene pechitos jugosos y con unos pezones riquísimos, el culete algo blando pero muy estrujable, y un chochete arregladito y calentito. Una pena no tener más tiempo, porque me da que el slow con ella tiene que estar muy bien. Llegué ya acalorado pero limpio, me lavó ella -como debe ser-, se repasó, aunque olía de maravilla, y ya en la habitación me la chupó a cámara lenta estirado todo lo largo que soy en la cama. Estuve a punto de explotar, es lo que tiene cuando vas ya encendido, pero quería probar sus bajos. Unos lametones entre los pelillos, unas risitas andaluzas y le pedí que se subiera encima porque me seguía palpitando la polla y quería que me rematara ella. Lo tiene estrechito y caliente, caliente. Empezó a moverse lento, apretando bien... uff, fue corto, pero mereció la pena. Me fui dentro mientras ella seguía adelante y atrás manteniendo la presión. Me gustó que no se levantase como un resorte... con más tiempo, le hubiera devuelto el favor. Repetiré. Y besa bien, no hay que buscarla mucho.