Buenas tardes Caballeros.
Aunque llevo mucho tiempo fuera del ruedo, no dejo de deleitarme con vuestros relatos y opiniones.
Por casualidad topé con este hilo y con vuestra venia, me gustaría hacer un inciso al respecto.
Se ha hablado tanto y tantas veces sobre los distintos servicios que ofrecen estas Damas, pues a fin de cuentas les debemos todo el respeto que se merecen, ya que no deja de ser una certeza de que fue una mujer quien nos dio a luz, y dejando este plano filosófico, para un servidor que ha recorrido durante tantos años el lado oscuro que no menos placentero de la lujuria, llego un momento en el que a pesar de la variedad de estilos, razas, servicios y demás cometidos que nos ofrecían y no dejan de ofrecer, la búsqueda de placer carnal se convirtió en una búsqueda de placer para los sentidos.
Recuerdo antaño cuando los servicios de francés se daban siempre o la gran mayoría de las veces con protección. Ahora la oferta y demanda es tal, y vuelvo a decir que es una opinión personal, que te miran raro cuando les pides dicho servicio con preservativo, del mismo modo que ahora los heterosexuales somos los raritos de la sociedad (y lo digo con todo respeto, pues quería hacer un símil entre el pasado y los tiempos actuales).
Dicho esto, y volviendo al tema que nos atañe, el sexo no deja de ser una necesidad y un deseo que si uno quiere, puede controlarse. Si además como yo, lo he visto casi todo, el siguiente paso era buscar una satisfacción más “elevada”, pues la rutina en este tiempo es muy peligrosa y nos empuja a veces a cometer errores.
Por ello en su momento colgué los hábitos y me refugié en el tacto, las sensaciones y la mezcla de ambiente aromático al ritmo de una música a juego.
Es un hecho probado que una masajista puede llegar a ser una meretriz, pero no todas las meretrices llegan a ser masajistas, por mucho que lo anuncien, y algunos hemos visto la diferencia entre un pasamanos y un masaje de verdad, y no sólo eso sino que combine lo erotico y sensual, de manera que cuando una salga de la sesión, se encuentre en un estado de bienestar y satisfacción tal, que sólo desee a volverlo a sentir.
No me malinterpreten, el acto sexual es muy satisfactorio y el grado de placer depende mucho de la destreza de la chica para convertir algo mecánico en un arte amatorio, pero igualmente un masaje erótico bien dado no tiene desperdicio y además de durar más tiempo, en ocasiones puede rivalizar con los mejores órganos.
En fin, pido disculpas a los lectores por esta verborrea fruto de momentos de elevación espiritual temporal, además de desear a todos los presentes así como a nuestras Musas unas felices fiestas, y como dice un Amigo: Carpe Diem… pero siempre con respeto eso sí.