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A ver, se anuncia en Pasion.com, y ya os digo que las fotos no se corresponden con la realidad. Se lo digo a ella cuando la veo, y dice que no. Pero sí: la de las fotos es algo más imponente, en volumen, y la de la vida real, oh sorpresa, está más buena. Pero eso, hermanos goputeros, a veces, no sirve de nada. Os lo ilustro en el ft. siguiente:
Relato de la experiencia: Pues llego dos minutos antes de lo convenido y me hace esperarla doooos minutos en el banco porque la he pillado desprevenida,, tocate los... . Hay un timbre estupendo en el patio, pero nooooooo, tú llámame al teléf. que yo te abro (para no decirte el núm. de una puerta que al final vas a atravesar sí o sí). Mal rollito. Pero bueno, parriba. Semos así.
Nada más oír el ascensor ya me estaba abriendo, y ella bien oculta tras la puerta, no vaya a ser que... Total, que paso y comienzo a bromear con aquello de "vaya misterio te gastas...", craso error: no le hace puta gracia. Es seca como la mojama, aunque fuerza la corrección hasta hacerte sentir verdaderamente mal (no sé si adrede, hasta ahí no llego). En fin, que me conduce al dormitorio , me dice que deje la ropa en la silla y me indica el camino del baño. El baño está bien, es amplio, bueno para meditar en soledad. Vuelvo a la habitación y me tumbo en la cama. Ella, pocas palabras, pocas sonrisas, se deja acariciar un poquito, y empieza con el francés desganado. Yo ya voy viendo que de allí no salgo por la puerta grande ni pintándola y pido un 69. Concedido. El ojete ni tocarlo. Me aplico con esmero al otro tesoro hasta que ella dice basta y se retira., que "se cansa". Qué voz más neutra, ¿habrá notado algo ahí abajo? Creo que no; encima me limpia la boca de sopetón con una toallita. Puf... Pido condón, y tiro de paciencia para follar, venga, venga, venga. Algún gemido por su parte, pero toda ella muy quieta, muy mecánica, muy patético. Pasamos a 4. Se pone de manera que no le impacte, y yo venga a buscar la posición buena, y cansándome ya de la historia. Porque lo más increíble es que la chica es muy apetecible, pero nada, no hay feeling, no hay ganas, vuelvo a acordarme que no hay que pagar por adelantado, para así poder escapar en papelones así. Encima oigo ruidos: hay más peña por el piso. Está también el móvil de la gachí, que no para de sonar y avisar mensajes. Qué ganas de largarme, pena de vida, pero por mis huevos que yo me corro aquí aunque sea por gastar tiempo. Ni de coña. Después de fatigarme a conciencia intentando sacar vida de aquella estatua gélida le pido que me la chupe para acabar. Es inútil. Trae, que ya acabo yo, le digo. No sé los minutos que me he tirado masturbándome sin ganas a su lado. Pensaba, para motivarme, en los buenos ratos que esta hembra físicamente bien constituída podía haberme hecho pasar de haber sido un poquito más agradable. Un poquito. Finalmente exploto, sin ganas, sin sonrisa, triste. Ducha, vestirme, y a tomar el aire, que es gratis. Nunca más, me digo, pero sé que esto va así, que va a días...
- Nacionalidad: Valenciana.
- Edad: Dice que 28, puede ser.
- Direccion : Avda. Francia, 49
- Valoracion de las Instalaciones: Piso en finca nueva, buen lavabo, pero lejos, y cuartucho mínimo para el tema.
- Precio del servicio y duración: 50 euros una hora.
- Fecha del encuentro (aproximadamente) : Hace unos días.
- Valoracion Cara,cuerpo, tetas: Cara normal, tetas bien (aunque irregulares), y buen cuerpo.
- Actitud: Fría, de mínimos bajo mínimos.
- Besos: Piquitos escasos, y eso forzando un poco.
- Fuma: Dice que no.
- Francés: Desganado.
- Griego: Jajá, rotundamente no.
- Folleteo: Insulso.
- Lo mejor: Su cuerpo, y que parle valencià.
- Lo peor: .Ese preguntarte para qué coño una chica tan estupenda se dedica a algo que no quiere hacer.
- La recomiendas?: En absoluto.
- Valoración de la experiencia (de 0 a 10): 3
Relato de la experiencia: Pues llego dos minutos antes de lo convenido y me hace esperarla doooos minutos en el banco porque la he pillado desprevenida,, tocate los... . Hay un timbre estupendo en el patio, pero nooooooo, tú llámame al teléf. que yo te abro (para no decirte el núm. de una puerta que al final vas a atravesar sí o sí). Mal rollito. Pero bueno, parriba. Semos así.
Nada más oír el ascensor ya me estaba abriendo, y ella bien oculta tras la puerta, no vaya a ser que... Total, que paso y comienzo a bromear con aquello de "vaya misterio te gastas...", craso error: no le hace puta gracia. Es seca como la mojama, aunque fuerza la corrección hasta hacerte sentir verdaderamente mal (no sé si adrede, hasta ahí no llego). En fin, que me conduce al dormitorio , me dice que deje la ropa en la silla y me indica el camino del baño. El baño está bien, es amplio, bueno para meditar en soledad. Vuelvo a la habitación y me tumbo en la cama. Ella, pocas palabras, pocas sonrisas, se deja acariciar un poquito, y empieza con el francés desganado. Yo ya voy viendo que de allí no salgo por la puerta grande ni pintándola y pido un 69. Concedido. El ojete ni tocarlo. Me aplico con esmero al otro tesoro hasta que ella dice basta y se retira., que "se cansa". Qué voz más neutra, ¿habrá notado algo ahí abajo? Creo que no; encima me limpia la boca de sopetón con una toallita. Puf... Pido condón, y tiro de paciencia para follar, venga, venga, venga. Algún gemido por su parte, pero toda ella muy quieta, muy mecánica, muy patético. Pasamos a 4. Se pone de manera que no le impacte, y yo venga a buscar la posición buena, y cansándome ya de la historia. Porque lo más increíble es que la chica es muy apetecible, pero nada, no hay feeling, no hay ganas, vuelvo a acordarme que no hay que pagar por adelantado, para así poder escapar en papelones así. Encima oigo ruidos: hay más peña por el piso. Está también el móvil de la gachí, que no para de sonar y avisar mensajes. Qué ganas de largarme, pena de vida, pero por mis huevos que yo me corro aquí aunque sea por gastar tiempo. Ni de coña. Después de fatigarme a conciencia intentando sacar vida de aquella estatua gélida le pido que me la chupe para acabar. Es inútil. Trae, que ya acabo yo, le digo. No sé los minutos que me he tirado masturbándome sin ganas a su lado. Pensaba, para motivarme, en los buenos ratos que esta hembra físicamente bien constituída podía haberme hecho pasar de haber sido un poquito más agradable. Un poquito. Finalmente exploto, sin ganas, sin sonrisa, triste. Ducha, vestirme, y a tomar el aire, que es gratis. Nunca más, me digo, pero sé que esto va así, que va a días...