Pues, a diferencia de vosotros dos, yo sí que soy muy fan del arte de la felación, siempre que se haga bien, por supuesto.
Y la chica que mejor me la ha hecho, y con diferencia, es la (retirada) Alma.
Un francés lento, pausado, sensual, perfecto, erótico y completo. No sé como, pero entre la succión que ejercía con la boca y el juego que hacía con la lengua a la vez me hacía ver las estrellas, se me ponían los ojos en blanco. Y como lo hacía lentamente, era fácil pasar 20 a 30 minutos así, aumentando la tensión hasta por fin, explotar en su boquita mientras seguía chupando y relamiendo sensualmente.
Me pone malo solo de pensarlo. Era realmente muy adictivo. Y no he vuelto a conocer a ninguna que lo hace igual, a pesar de haber estado con alrededor de 150 chicas, entre civiles y profesionales. Debería de haber montado una escuela para enseñar sus secretos en vez de dejarlo. Su mamada era patrimonio de la humanidad. No exagero. Una diosa en toda regla.