Pues estáis completamente equivocados todos: son naturales. Hay más vídeos de esa chica donde podéis comprobar que no hay ni una sola cicatriz ni bajo el pecho, ni en la aureola, ni en las axilas, ni se aprecia material sintético alguno cuando se las magrea. Presentan una ligera asimetría y una caída y movimiento completamente naturales, como los de cualquier teta natural fea, pero con la diferencia en que estas son preciosas. Es tan sencillo como que la chica tiene 18 años, todavía el pecho le está creciendo, y presenta por lo tanto esa turgencia adolescente (que dicho sea de paso, no todas las adolescentes
presentan turgencia en sus pechos, siendo en muchos casos simples flaneras).
Habéis consumido y visto demasiadas tetas de goma (muy comunes en el mundo de la prostitución y el cine), y entonces no distinguís una teta natural de la que no lo es, y asumís que la perfección es artificio cuando es justamente lo contrario.
Beth tiene unos buenos pechos, pero ya asoman unas estrías que les restan calidad. Sienna holandesa, que conocí en Andrea Velvet, tenía más pecho, completamente natural, y más turgente y consistente, sin estrías. Pero claro, eran 19-20 añitos de mujer, y eso se nota.
Hombre, pagamos para algo. Para tener sexo con una chica que tenga un físico normal y corriente me ligo a cualquiera del montón del curro o que conozca saliendo de copas (que por cierto, las mujeres de hoy en día son capaces de las mismas guarrerías que una profesional, para aquellos a los que le vaya lo sórdido, porque quieren vivir su propia película paralela y oculta a su vida real).
Encontrar una mujer en nuestras vidas cotidianas, que esté muy buena y no sea una pejiguera con el sexo y siempre vaya con exigencias y remilgos cada vez que deseas mantener una relación sexual, es muy muy complicado (porque ya lo he dicho en otras intervenciones, una tía buena se cree que con su físico ya te está dando demasiado, cuando tener un buen físico no es mérito suyo sino del azar genético). Y por eso muchos recurrimos al pago, para poder tener sexo mínimamente satisfactorio con una tía que sea guapa y esté buena. Y hasta eso se ha vuelto difícil, y eso que mi listón, con la edad, ha bajado mucho.
Vuelvo a decir lo mismo, pagamos nosotros, no ellas. Y en su profesionalidad está el ofrecer un servicio de la misma calidad tanto si el cliente es un bello atleta de 20 años como si es un amargado cincuentón, partiendo siempre que haya educación, salud e higiene. Que un docente tiene que ser igual de profesional si el alumno es brillante y aplicado como si es un vago y terco, o como un vendedor de coches tenga que aceptar que la mayoría de sus clientes no van a ser ricos que compren los coches más caros.
Saludos.