Os relato mi primer contacto en el mundo puteril. Cada vez que lo recuerdo o lo cuento, recuerdo una experiencia surrealista y divertida.
Corría el año 1998, tenia 22 años, años de facultad, juergas, novia formal y escarceos por doquier.
Me recogen dos amigos que habían estado en una boda, les acompañaba un chico que habían conocido en la boda. Tomamos rumbo Valencia, eramos de un pueblo cercano, y yo como estaba estudiando en la capital, les daba a conocer pubs y discotecas de la ciudad. Tenia más mundo, pero nada en comparación con el amigo que habían conocido en la boda.
La 1a parada fue en ruzafa, el amigo se baja solo, se acerca a una puerta cerrada, llama con el puño, se abre una mirilla, pasa y sale a los 15 minutos. Ya en el coche nos enseña la provisión de drogas para pasar la noche. Me mira y me dice: no serás de los que se creen el anuncio ese del gusano que sube por la nariz.
Recargamos pilar y yo intentaba guiarles a pub donde divertirse esa noche. Pronto entendí que el dueño de la noche era aquel chico que acababámos de conocer.
Próxima parada, avd peris y valero. Bajamos del coche, yo un poco aturdido porque no reconocia la zona como una zona de marcha. Nos dirige a un portal, llama y subimos a un 1er piso. Nos abre la puerta una abuela con batin y pantuflas, y nos dice: chicos, un poco tarde, las chicas se iban de fiesta. En ese momento tome conciencia de dónde estaba.
Pasamos a una habitación con sofas y una tele que emitía porno ochentero. El amigo le pide 4 gintonics y un paquete de malrboro, 5000 pelas.
Empiezan a entrar señoritas, cada cúal mejor, de todas las nacionalidades y colores. Termina el paseillo, entra la abuela y nos dice: que?
Se quedan los 3 mirandome y me dicen: venga, el más joven que elija. Yo, aturdido y sin que eso entrara en mis planes suelto: la verdad es que no me gusta ninguna. Uno de mis amigos, me secunda, tampoco entraba en sus planes. Jajajaja
Nos terminamos los cubatas y salimos pitando.
El nuevo amigo, no ceso en su empeño y nos guía hasta un piso detras de la fnac. Yo pensando que había salvado los muebles.
De nuevo, habitación con gintonics a 1000 pesetas. Paseillo, esta vez la calidad bajo.
Yo de entrada me descarto y mi amigo que había dicho que no también. Nos salimos a la calle a esperar media hora a que mi amigo y el nuevo amigo, esta vez si habían elegido, finalizarán el servicio.
Ahora si pensaba que nos ibamos a pubs y discotecas que yo conocía. Mas allá de la realidad. El nuevo amigo nos llevo a Xuxos, el antro por excelencia de las lumis cuando finalizaban sus trabajos.
Fue una noche divertidísima, loca y bizarra, llena de champagne, drogas, mujeres refregándose y conversaciones surrealistas de pistolas y matones, con el nuevo amigo que, al final, me dijo era el copropietario de una famosa discoteca valenciana.
Yo la noche la termine en algún after de ruzafa, mis amigos marchando al pueblo, y el nuevo amigo, lo perdimos y apareció en su chalet en Denia con dos lumis y sin corbata.
