Creo que se comentó alguna vez por el foro que no es tan sencillo alquilar un piso. Por una parte está el tema económico (adelantar fianzas, adecuar el piso, pagar el alquiler todos los meses, gastos,...) y por otro el tema de las posibles quejas de los vecinos.- dijo:Y sobre todo el motivo por el que la mayoría de chicas no optan por "alquilarse" un piso entre cuatro y siguen existiendo el otro tipo de locales.
Supongo que tienen sentido con gente que no tiene acceso a internet, de personas que quieren escoger "en vivo"...
PD: Una de las cosas que más me ha sorprendido sin buscarlo, es que todos los contactos han acabado siendo en pisos "particulares" y aún no he coincidido que escogiera una "casa de c i t a s"
Amigo @########## , si necesitas que alguien te acompañe para sentirte más tranquilo, no tengo ningún inconveniente en acompañarte y resolver cualquier duda que te vaya surgiendo.
Siempre de que te encargues del gasto
Pero se refiere a casa de c_itas... ¿Nunca has estado en Estrella Vicente, Atabú, Chicas Norma, Chicas Susana,...?- dijo:Nunca en mi vida. De jovencito era de los que en las despedidas de soltero me quedaba en el bus
jajajaReabro este hilo porque hay cosas que leo en el Foro que tienen gracia pero que se alejan, en mi opinión, mucho de la realidad. Me parece que se desprecian los clubes y que, por el contrario, se ensalzan las independientes. Partiendo de que cada cual tiene sus gustos, esto me parece una injusticia manifiesta.
En un club (un buen club, claro) de finales del siglo XX o principios del XXI, la experiencia habitual era más o menos como sigue:
Se aparca sin problemas en el parking del local. Entras previo pago del billete que da derecho a consumición. Oyes la música antes de ingresar, algo que ya invita a la fiesta. Mientras vas a la barra ya ves a algunas muchachas. Pides una copa y contemplas el paisaje. Ves bonitas mujeres con ropa sugerente o escasa. Das unos sorbos a la copa. Éste era para mí el mejor momento, mejor incluso que el sexo. Ver a un montón de chicas bonitas (y también normalillas, no era un desfile de Victoria Secret, no exageremos) y saber que te puedes cepillar a cualquiera de ellas… Eso da una sensación de poder que casi se disfruta más que la propia faena.
Las miras y ellas no se enfadan (prueba a hacer lo mismo en una disco). Hay un coqueteo, miradas y sonrisas. Luego algunas se te acercan. A mí esto me gustaba menos, porque prefería ser el cazador, no el cazado, y en ocasiones podía resultar desagradable rechazar a alguna chica, pero no está mal que se acerquen ellas en lugar de hacerlo nosotros. Además, si la chica te gusta, puedes hablar y romper el hielo.
Lo mejor para mí, era elegir a una enfrente (pues las barras solían ser más o menos rectangulares) y hacerle una señal con la ceja, indicando que quería subir con ella (después de haber coqueteado un poco, claro, no yendo de sobrado). Entonces la ninfa sonríe y viene hacia mi. Está contenta. No porque vaya a follar conmigo, claro, sino porque va a ganar un dinero rápido y también por coquetería femenina, de haber sido elegida.
Te paseas hasta las escaleras que llevan a las habitaciones tomando el brazo de un pibón y te sientes el amo.
Frente a eso, están las independientes, tan valoradas por aquí. Miras en la web, no en persona, eliges varias. No muy cerca de casa por si me ve alguien, no muy lejos porque no quiero recorrer la ciudad para echar un polvo. Encuentra tres que más o menos te van. Llamas a la primera: no lo coge; a la segunda, salta el automático; la tercera sí lo coge pero te dice que está muy liada y si no te vendría mejor mañana. Yo no soy muy romántico cuando voy de putas, pero que me den ****** para el día siguiente es como pedir consulta en el dentista.
Pongamos que quedas con ella. Te dicen un portal, que no es el verdadero portal, sino el que está al lado. Deben comprobar por la ventana que no te pareces a Jack el Destripador. Por fin te abren el portal y tú cruzando los dedos para no encontrarte con ningún vecino, luego vas al piso en cuestión y rezas para que la chica se parezca a la de las fotos.
En fin, parafraseando a Pizarro: por este lado se va de independientes, a ser tristes, por este otro al Romaní, a ser felices, escoja el buen valenciano lo que más bien le estuviere.
Sé que es una hora intempestiva para escribir, pero es la hora cuando salía del club, más o menos, con una sonrisa de oreja a oreja, aunque con la cartera muy liviana.
Tampoco hay que olvidar la forma de ligar de las chicas. Que venian hacia ti y te masajeaban el paquete mientras hablando para que te decidasReabro este hilo porque hay cosas que leo en el Foro que tienen gracia pero que se alejan, en mi opinión, mucho de la realidad. Me parece que se desprecian los clubes y que, por el contrario, se ensalzan las independientes. Partiendo de que cada cual tiene sus gustos, esto me parece una injusticia manifiesta.
En un club (un buen club, claro) de finales del siglo XX o principios del XXI, la experiencia habitual era más o menos como sigue:
Se aparca sin problemas en el parking del local. Entras previo pago del billete que da derecho a consumición. Oyes la música antes de ingresar, algo que ya invita a la fiesta. Mientras vas a la barra ya ves a algunas muchachas. Pides una copa y contemplas el paisaje. Ves bonitas mujeres con ropa sugerente o escasa. Das unos sorbos a la copa. Éste era para mí el mejor momento, mejor incluso que el sexo. Ver a un montón de chicas bonitas (y también normalillas, no era un desfile de Victoria Secret, no exageremos) y saber que te puedes cepillar a cualquiera de ellas… Eso da una sensación de poder que casi se disfruta más que la propia faena.
Las miras y ellas no se enfadan (prueba a hacer lo mismo en una disco). Hay un coqueteo, miradas y sonrisas. Luego algunas se te acercan. A mí esto me gustaba menos, porque prefería ser el cazador, no el cazado, y en ocasiones podía resultar desagradable rechazar a alguna chica, pero no está mal que se acerquen ellas en lugar de hacerlo nosotros. Además, si la chica te gusta, puedes hablar y romper el hielo.
Lo mejor para mí, era elegir a una enfrente (pues las barras solían ser más o menos rectangulares) y hacerle una señal con la ceja, indicando que quería subir con ella (después de haber coqueteado un poco, claro, no yendo de sobrado). Entonces la ninfa sonríe y viene hacia mi. Está contenta. No porque vaya a follar conmigo, claro, sino porque va a ganar un dinero rápido y también por coquetería femenina, de haber sido elegida.
Te paseas hasta las escaleras que llevan a las habitaciones tomando el brazo de un pibón y te sientes el amo.
Frente a eso, están las independientes, tan valoradas por aquí. Miras en la web, no en persona, eliges varias. No muy cerca de casa por si me ve alguien, no muy lejos porque no quiero recorrer la ciudad para echar un polvo. Encuentra tres que más o menos te van. Llamas a la primera: no lo coge; a la segunda, salta el automático; la tercera sí lo coge pero te dice que está muy liada y si no te vendría mejor mañana. Yo no soy muy romántico cuando voy de putas, pero que me den ****** para el día siguiente es como pedir consulta en el dentista.
Pongamos que quedas con ella. Te dicen un portal, que no es el verdadero portal, sino el que está al lado. Deben comprobar por la ventana que no te pareces a Jack el Destripador. Por fin te abren el portal y tú cruzando los dedos para no encontrarte con ningún vecino, luego vas al piso en cuestión y rezas para que la chica se parezca a la de las fotos.
En fin, parafraseando a Pizarro: por este lado se va de independientes, a ser tristes, por este otro al Romaní, a ser felices, escoja el buen valenciano lo que más bien le estuviere.
Sé que es una hora intempestiva para escribir, pero es la hora cuando salía del club, más o menos, con una sonrisa de oreja a oreja, aunque con la cartera muy liviana.
La verdad, que lo que describe @azote se acerca mucho a mis experiencias. Yo por ejmplo, lo que os puedo contar de mi "vida puteril", se remonta bastantes años (he sido muy precoz, cuando las ganas de follar aprietan... XDD). Cuando era más joven y empecé a ganar pasta en la obra, viví el principio de la informática. Yo no manejaba internet y los móviles empezaban a despuntar. Lo primero que conocí fueron los clubs (Copas, Ciervo, Even, etc...) fuí de "acompañante/invitado" por mis compañeros más mayores de obra. Sinceramente, yo lo describiría como un mercado de carne. Todo bastante descriptivo en otros ejemplos de compañeros (a mí, perticularmente, no me gustan nada).Yo no he pisado en mi vida un local de prostitución, es decir, bares/pubs/garitos de colorines con chicas rondando y tomándose los clientes copas, ni es mi estilo y me niego ya que me parece poco discreto y cutre a mi forma de ver. Incluso hace años que iba de despedidas de soltero ni se me ocurrió entrar en uno de ellos que era muy típico, por ejemplo, El Romaní o el Ciervo, muy conocidos y concurridos hace unos años.
Yo distingo y voy a dos clases de "lupanares" que me gustan ir:
1- Casas de Ci_t_as: Lugar donde suele existir una encargada, tienen instalaciones adaptadas y las chicas trabajan a porcentaje. Ahí según vayas te piden que vayas con ****** previa con una chica en concreto o te hacen presentación de las que haya en ese momento y elijes. Quitando excepciones las encargadas son muy amables y majas, parece una tonteria, pero es muy importante la encargada su trato con nosotros.
2-Pisos Chicas Independientes: En este caso una chica particular alquila una habitación y ella se lo gestiona con los clientes, ### y demás. Por supuesto siempre es necesario acudir con ****** previa.
Respecto a lo que indica @tonival de la dificultad de que las chicas alquilen un piso en mi experiencia es muy sencillo. En la ciudad de Valencia hay muchisimos pisos que alquilan habitaciones para chicas en el que todo está incluido, desde la limpieza, gastos de agua, luz y todo lo que negocies. Por poner un ejemplo un habitación medio-bien cuesta a las chicas entre 150-200€ la semana, según zona y calidad del piso. Ahí todo incluido para la chica, lo que si que se les pide que se les pague la semana por adelantado. Alquilar un piso completo, los mismos requistos pero claro, el precio puede llegar a los 1.000€ semanales tranquilamente todos los gastos incluidos. Pero una chica sóla nunca se pilla un piso sola, es muy caro, lo suelen compartir siempre y no necesariamente con amigas, sino con otras lumis que van rodando por España.
Por supuesto, todos estos gastos y pagos en B, aqui ni contratos ni nada, por eso todo por adelantado.
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