- Nacionalidad: Brasileña
- Edad: +35 hay anuncios de ella en 2013 diciendo que tiene 25
- Direccion : Calle Menorca
- Valoracion de las Instalaciones: Normalitas, la ducha es bañera con cortina y la habitación carece de espejo
- Precio del servicio y duración: 120€ 60 minutos
- Fecha del encuentro (aproximadamente) : Hace poco
- Valoracion Cara,cuerpo, tetas: 8/8/9
- Actitud: Buena
- Besos: Pocos, buscados y poca lengua
- Fuma: No note nada
- Francés: Muuuuy bueno, con garganta profunda y cubana.
- Griego: Seguro que todo tiene un precio
- Folleteo: Folla duro, le va la marcha.
- Lo mejor: Como la chupa y lo risueña que es.
- Lo peor: Que me folló
- La recomiendas?: Si buscas nuevas experiencias adelante
- Valoración de la experiencia (de 0 a 10): 8,5
Relato de la experiencia:
Primero tengo que agradecer la magnífica atención por whastapp para concretar la c*ta y para cambiarla de día por imprevistos. (Avisada con más de 24h de antelación).
Llego un poco antes de la hora acordada, por que resulta fácil aparcar por la zona. Doy un paseo hasta la hora acordada, la escribo y me da las últimas instrucciones para poder encontrase.
Llego se abre la puerta del piso y ella permanece escondida detrás, cuando entro aparece ella en lencería, medias y tacones.
Las fotos no hacen honor a lo que te encuentras pero en esta ocasión para bien.
Me gusta más al natural que en las fotos, su cara es más redondita y no tan angulosa. Su cuerpo es delgado, piernas finas, un culo bien puesto y unas magníficas tetas operadas muy agradables al tacto.
Un besito de bienvenida, mi mano se agarra a su trastero y ella me agarra el paquete para conducirme a la habitación.
Me ordena que me desnude y me prepare para la ducha, al quitarme los pantalones pillo la pasta y se la doy.
Me termino de desnudar y me planto delante de ella, me agarra el pito y me lleva a la bañera.
Es una bañera empotrada donde hay que tener cuidado para entrar y salir.
Te ofrece el obligado chupito de listerine, medio vasito, y mete la mano entre la cortina para trabajarte la polla con jabón.
Una vez limpio y seco con toalla te agarra otra vez el miembro y te conduce a la cama.
No llegamos, se agacha arrodillada y empieza a mamar.
-.Uffff, el cielo estoy en el cielo repito.
-.Ummmm Putito veo que te gusta.
Ella la clava en la garganta cada 4-5 chupadas hasta que en una de esas le sujeto la cabeza y empiezo a follarme su garganta.
Las babas empiezan a resbalar alcanzando sus tetas y ella se la restriega viciosa.
Me dice que me siente en la cama, ella se sienta en el suelo sobre sus pies a modo de postura de yoga y me sigue felando de forma intensa. Succiona de manera sobrenatural cuando la tiene toda dentro y yo sigo estando en el cielo.
Llevamos 20 minutos de un festival para la polla lleno de babas, lengua, garganta y succión. Pero ella quiere más y me pide que me tumbe completamente en la cama, ella sube y sigue chupando, las embestidas de su garganta hacen que yo tenga convulsiones en la cama y al apoyar las piernas hacen que mi cuerpo se levante de la cama.
Mientras deja descansar mi glande se entretiene en mis pelotas y en el perineo, yo me doblo hacia arriba para buscar un beso negro pero ella gime y dice…
-.Ah! Putito ahora verás, alarga su escuálido brazo, abre un condón, se lo enfunda en el dedo y penetra mi ano mientras estruja mi polla con la boca.
Qué sensación más extraña pero a la vez placentera, parece que al Ferrari le gusta hacer kilómetros por los túneles y cada vez mueve el dedo a mayor velocidad y chupa la polla con mayor presión si cabe.
Estoy a punto de correrme voy a reventar de placer pero entonces en mi cerebro noto como un “click” que me hace decirle que pare.
El Ferrari corta la inyección del motor y se detiene…
Le explico que yo he tenido experiencia por el exterior y beso negro pero que por ese túnel no había pasado nadie excepto el médico. Y que la experiencia no me estaba siendo gratificante.
- Ven, ven aquí. Dice mientras se derrama por encima lubricante de Aloe-Vera.
Se restriega sobre mi, yo me incorporo sobre la cama y mi polla queda cerca de su boca, empieza a chuparme y pajearme más suavemente hasta que me corro en su boca, ella sigue chupando y dejando caer la lefa sobre sus pechos y restregándose el capullo por su cara, no deja de chupar y dar placer hasta que le digo que ya basta que duele.
El minuto de oro después de la corrida es siempre especial.
Todavía con la corrida en su cara y tetas comentamos la experiencia anal y me muestra sus juguetes, incluso se pone el arnés para mostrármelo, pero le digo que yo creo que tenemos los 2 el mismo problema: Nos gusta penetrar culos, ríe y me contesta Putito.
Nos limpiamos y ella me ofrece que me tumbe en la cama para un masaje, ya han pasado casi 40 minutos y yo le digo que no, que se tumbe ella que el masaje se lo voy a dar yo.
Pongo mi mano en su coño y le pido que ponga su mano encima de la mía y me muestre como le gusta masturbarse. Su mano empieza hacer movimientos de arriba a abajo, no circulares y así empiezo a pajearla yo, cuando empieza a lubricar le introduzco un dedo y después a cada gemido seguido de “putito” le introduzco otro. No pasan ni 3 minutos y ya no me quedan dedos…
Ya estoy empalmado y le digo que necesito penetrarla a 4 patas. Ella obediente me chupa un poco y me coloca el condón con la boca demostrando una vez más los kilómetros recorridos del Ferrari.
Con la cabeza apoyada en la cama y el culo en pompa me ofrece su sexo que penetro sin contemplación ninguna, fuerte y profundo. Rebotando sonoramente con mis pelotas sobre su coño. Gime dice cosas en portugués y se lleva la mano a su sexo. Se retuerce pero yo le aparto la mano y le agarro sus dos manos detrás de la espalda.
Es el único momento de todo el encuentro en que la tengo sumisa. Acepta mis embestidas y mantiene sus manos en la espalda mientras yo me agarro a su cinturita y su culo resbaladizo por el lubricante para embestir sin piedad.
Mi pulgar baja de sus oyuelos en la espalda y empieza a jugar por el exterior de su ano en círculos. Le pido que se deje ser penetrada con el dedo y me dice que no, que su culito está reservado para cuando se case. Algo especial para la luna de miel.
No hay derecho, tu si que puedes jugar con mi culo y yo no puedo hacerlo con el tuyo.
Las risas se ambos se funden con el sudor y el olor a sexo de la habitación.
Detengo mis embestidas y me arrodillo en el suelo, empiezo a comerme su ojal mientras la masturbo. Mis dedos y mi lengua trabajan el coño y el ano. Los dedos solo trabajan su coño hasta que uno de ellos travieso se escapa y penetra levemente su ano.
Heee me advierte, pero le separo las nalgas y su ano se abre y le meto la lengua todo lo que puedo mientras gime y se retuerce cada vez que uno de los dedos sale de su coño y la vuelve a penetrar su ano un poquito.
Se acabó ahora te voy a follar. Me ordena tumbarme en la cama, chupa y cambia la goma otra vez con su boca y se dispone a cabalgarme en cuclillas…
Madre mía que potencia tienen esas finísimas piernas las embestidas sobre mi polla son bestiales y el sonido no es como el de las clásicas chancletas de playa de otras veces es como si tiráramos al suelo un montón de revistas… CLAP! CLAP! CLAP!
Se incorpora y se masajea el clitoris sin dejar de embestir rítmicamente. Yo tengo espasmos de placer que ella controla agarrándome los brazos, que follada por dios… ¡Qué cara de vicio!
Aquí mi mente es cuando echa de menos la existencia de un buen espejo para ver su cara de vicio cuando estaba con ella a 4.
Se nos está acabando el tiempo contratado, tanto que suena la alarma de su móvil, ella se pone a chuparme y pedirme leche.
- Putito dame tu leche, la tienes guardadita para mi…
Tengo el glande súper sensible y ya no distingo si sus chupadas me dan placer o dolor… Se lo digo
- Hay putito, te lo dije hay que descansar un poquito más entre polvos…
Olvídate un poquito del tiempo me dice de rodillas mientras me pajea ahora…
- Necesito tu leche en mi carita.
Mientras se restriega la polla por la cara.
Tranquila le digo mientras me aparto, un caballero sabe hasta donde ha pagado y este es el final.
Me acompaña a la ducha mientras hablamos y reímos. Duchita rápida y breve mientras ella me agradece las prisas porque tiene otro cliente.
Me seco y me visto mientras sigue dando buena conversación.
Besito en la puerta y se me ocurre decirle “hasta otro día” y ella contesta:
- Si vuelves te follo… Putito.