Luna. Mi primera vez!
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Me abre la puerta a media luz y se queda escondida detrás de ella hasta que estoy dentro del piso. Cierra la puerta y le veo la cara por prima vez. Primera impresión: vaya! no me resulta atractiva. No digo que sea fea, solo que no es de mi estilo. Intento que mi decepción no se refleje en mi expresión. Entramos en la habitación con la cama. Hay un aparato de aire acondicionado portátil y la luz es intensa. Vuelvo a mirarla para hacerme una mejor idea. Su cara es bastante ancha y sus rasgos muy asiáticos, angulosos y duros para mi gusto. Tiene los pómulos muy pronunciados y me pregunto si se los habrá operado. No puedo decir su edad. ¿Quizás entre los 25 y 30 años? Lleva lencería y veo su cuerpo. No es muy alta, piernas no muy largas, cintura poco definida, un poquitito de barriga, pechos medianos. Vaya, tampoco me atrae demasiado su cuerpo. Lo mismo, feo no es. Es joven, pero normal, corriente, no me llama la atención. Me pregunta cuánto tiempo me voy a quedar. He reservado 1h y me sabe mal decirle menos ahora que puedo verla. No quiero hacerle el feo. Pienso para mis adentros que quizás será una buena experiencia, al fin y al cabo tiene buenas críticas. Le daré una oportunidad. Le digo 1h y le doy los 120€ y se va. La suerte está echada. Ya no hay vuelta atrás.
Vuelve con las toallas y un refesco. Nos desnudamos y vamos al baño mientras intento entablar conversación para romper el hielo. Hacemos las abluciones obligatorias. Ella ya parece limpia. Me lava la polla y luego ella el coño. Hace calor y estoy sudado, así que me doy una ducha rápida y fría por todo el cuerpo. La acaricio un poco. Su piel es muy suave. Me gusta. Un chupito rápido de enjuague bucal para cada uno y terminamos.
De vuelta en la habitación me pregunta si me gusta besar y si quiero francés natural. Sí a las dos cosas. Cierro los ojos y ella empieza a besarme. Sorpresa, besa muy bien. Su boca es limpia, perfumada, sus labios y su lengua suaves. Su lengua corretea por mi boca y empiezo a sentir que mi polla se levanta. Se sube encima de mí, sin dejar de besarme, y desliza su coño arriba y abajo, recorriendo a lo largo de mi polla. Se siente delicioso. Se queda así un rato, luego se desmonta y me la chupa. Su lengua corretea alrededor, lamiendo y acariciando la punta de mi polla mientras me engulle por completo en su boca. De nuevo, delicioso. Baja a mis huevos, que reciben el mismo trato. Sus manos recorren mi polla, mi pecho y mis muslos. Vuelve a mi polla a chupar. Garganta profunda, sin problemas.
Sigue así un rato y luego vuelve a ponerse encima, el coño empapado. Dirige mi mano hacia él y la introduce en su interior. Nos masturbamos mutuamente durante un rato. Empieza a jadear. Tengo que detenerla una y otra vez. Es que no hay nada que no sepa hacer bien esta chica? Vuelvo a mirarla. Sus rasgos se han suavizados y ahora parece mucho más atractiva. Siento que me corro y tengo que frenarla de nuevo.
¿Goma? Sí. Sí! Ella me la pone y se sube encima otra vez. Dirige mi polla a los labios de su coño, baja lentamente y estoy dentro de ella. Su coño pulsa, aprieta, gira, chupa, me envuelve por completo. Chupo sus pezones duritos, sus labios, su cuello, mis manos recorren todo su cuerpo, agarrando sus duras nalgas, tirando de ella hacia mí. La miro de nuevo y ahora me resulta muy atractiva. Qué voluble es mi deseo. Qué bien folla. Siento que me corro, meto mi lengua en su boca mientras mi leche brota en lo más profundo de su húmedo agujero. Se acabó.
Recupero el aliento, un poco de conversación, ducha rápida a solas y me voy.
Definitamente, la implicación importa muchísimo más que la atracción superficial. Y si hay implicación en la faena, la atracción va aumentando.
Gracias Luna. Eres una gran profesional.
