Pues yo estuve con Mrs. #### hace como cinco meses, y fue bien. Ella es atractiva y activa, tanto, que a veces se pasa. Ahora que lo recuerdo, me tuvo esperando media hora en una cafetería cercana (avisando cada pocos mins. que ya venía, eso sí), y después, ya que era mi primera visita -y única, hasta el momento-, me sometió a una especie de vigilancia supervisada mediante móvil mientras accedía a la comunidad de edificios donde me atendió, por Alfahuir. Pero bueno, la verdad es que para un amante de las mujeres voluptuosas como servidor, la srta. Mónica es un caramelo potente. Se duchó conmigo, y ya me enseñó las cartas. A la cara le pondría un 6, al culete un 8, a las tetas un 9... Tiene una edad -bien llevada-, claro, y mucha experiencia. Había pedido griego antes de ir, pero se ve que no le apetecía o yo qué sé, que me dejó sin este colofón. Ahora bien, deditos por un lado y por otro, los que quise, incluso pidiéndolos ella. No sé, yo me descargué bastante a gusto, sin que al encuentro le pueda poner mayor nota que un 7. Porque al final tuve la impresión de que ella lo controlaba absolutamente todo, cosa que no es que me importe demasiado -que ya sabemos dónde vamos, a estas alturas-, a condición de que no se note tanto. Demasiadas palabras para mi gusto, y sobraron interrupciones injustificadas en plena faena para ponerse así o asá -también sobró lubricante-. De todos modos, no es un lumiteléfono que yo vaya a borrar de mi agenda, porque no me importaría volver alguna que otra vez, para confirmarme o desmentirme en mis apreciaciones de aquella, repito, primera visita.
Y recordando eso, hostia, cómo echo en falta mi antigua libertad de no hace tanto!
Anécdota: El otro día le escribí a Candela a ver cómo estaba con esto del virus y tal -con la excusa de que vive aquí al ladito...-. Había visto su última foto del whats y me había puesto malo, malo taquicárdico. Le dejé caer sutilmente que cuándo tenía pensado reincorporarse. A esto último no me contestó, pero me dijo que estaba bien y que gracias. Pero si me llega a dar algo de bola cojo la bolsa de la compra y me planto en su patio, que está pegadito a un supermercado DIA. Os juro que me ducho con ella con agua bien caliente y jabón a porrillo, y después, si me deja, me la follo a lo animal aunque sea con mascarilla puesta y untado de hidroalcohol de arriba a abajo. En fin, qué mala que es la gana, compañer@s. Salut!