- Nacionalidad: Colombiana
- Edad: debe de rondar los 40
- Direccion: San Marcelino
- Valoracion de las Instalaciones: piso antiguo pero acogedor, ojo que uno se cruza con los vecinos.
- Precio del servicio y duración: 50€ media hora all-in, ofrece también la hora por 100€, no hay diferencia entre servicios
- Fecha del encuentro (aproximadamente): esta semana
- Valoracion Cara,cuerpo, tetas: Cara linda, cuerpo delgado con tetazas operadas y culo ídem. No es mi prototipo de mujer, pero es la típica colombiana recauchutada que busca poner cachondo (y lo consigue).
- Actitud: Ideal, es maja, agradable, se desvive por que estés cómodo.
- Besos: Sí, al principio picos, pero luego me dejó comerle los labios, da poca lengua aquí.
- Fuma: No
- Francés: muy bueno, no es de las más cañeras que he visto, pero trabaja muy bien la lengua cuando tiene el rabo en la boca.
- Griego: Culo dilatado, el dedo le entra sin apenas presión. No es problema para mí porque no lo busco por apretadito, sino por morbo.
- Folleteo: La follé yo y se dejó en todas las posturas que propuse. Ya digo que en mi caso pasiva por gusto mío.
- Lo mejor: Gran servicio e implicación, muy honesta en lo que ofrece y barata si buscas griego y francés natural completo.
- Lo peor: Las fotos, me parece más guapa al natural. EMHO, le sobra silicona.
- La recomiendas?: Sí.
- Valoración de la experiencia (de 0 a 10): 8.5
Como siempre, mis FTs son largos, si quieres una versión resumida:
Muy buena atención, buen francés con intento de garganta profunda y con cubana y, en el folleteo, le hice variantes del misionero por ambos agujeros y a 4 también por ambos, incluso alternando de uno a otro. Si os gusta comer chirla, también lo tiene muy apetitoso y un culo también apto para el lengueteo y los dedos. Descarga en boca muy buena.
Versión larga:
La tenía en mi lista de “algún día” desde hace tiempo. El tema griego y eso me llamaba mucho, pero no así su cuerpo, ya que las recauchutadas no me van mucho. Intenté quedar con ella estos días y por fin pude acercarme. Difícil aparcar por San Marcelino, no lo conocía. El piso antiguo pero bien, buena habitación, baño fuera pero ducha cómoda y de agua caliente casi instantánea.
Puestos a la faena, Candela me recibe en body rojo que apenas puede contener esas tetazas que la naturaleza y los cirujanos le dieron. Es delgada y algo menuda para mi estatura. El culo también se lo ha retocado pero, gracias a los cielos, no tanto ni tan mal como algunas de sus compatriotas. Piel suave color canela y una tersura que, pese a haber conocido tiempos mejores, conserva la dignidad. Es una muchacha que si no se hubiera puesto implantes de talla putón, pasaría por una muy interesante MILF, pero que se queda en putón MILF muy interesante. Los hay a los que esto les gusta, a mí no me llama mucho, pero ojo, tampoco me cuesta mucho empalmar con dicha visión.
Nos abrazamos ya desnudos, con besos y caricias mutuas y enseguida se sienta al borde de la cama para darle atenciones al pequeño Vlad. Mamada muy buena, con poca paja y mucha boca y, sobre todo, con un hábil uso de la lengua en el frenillo cuando tiene el capullo metido en la boca. En cuanto a la garganta profunda, lo intentó pero no pudo hacérmela, aunque tiene una capacidad bucal más que respetable. “No me cabe toda”, me dice. “Seguro que tienes otros agujeros donde sí quepa toda”, le digo yo, a lo que me contesta entre risas: “sí, eso seguro.”
Me gustó la mamada, la verdad. Al rato la recuesto y le digo que la quiero comer. Me regala una sonrisa y un comentario de “qué bien!” y me busca para que me tumbe sobre ella, con el rabo amenazando entre sus piernas. La beso, la aprieto, le como el cuello y le estrujo las descomunales tetas que tiene, a las que dedico unos lametazos pezoniles. Consigo llegar a su coño y ahí me recreo un rato. Lo tiene completamente depilado, de un color más oscuro que el resto de su piel, recogido y con un piercing en la parte alta, más arriba del clítoris. Aprovecho también para lamerle el ojete y buscar su interior con la lengua. Su esfínter cede a la mínima presión, lo tiene bien entrenado. Llegado el momento también le introduzco un dedo, primero en el coño, luego en el ano, mientras sigo lamiéndole la pepita. Algo teatrera pero sin llegar a lo incómodo, ella me va regalando los oídos con comentarios de que le gusta lo que hago.
Dándome por satisfecho en la comida de coño, me planto a horcajadas sobre su pecho para que me coma un poco más el rabo, agarrándola yo de la cabeza y follándole la boca. Aprovecho para hacerme una cubana en mejor posición y el resultado está bien, pero no es algo que me llame mucho. Así y todo, me bajo de la cama para enfundarme una goma pequeña y apretada y pasar al plato fuerte.
Ella me pregunta que cómo quiero que se ponga, pero como ya está tumbada, le digo que se quede así. Me coloco, cogiéndole las piernas en alto, y se la meto de un golpe, sin aviso previo ni frotes. No problem. Otra cosa no, pero los agujeros los tiene bien dilatados. Le doy así un rato, entre muchos besos, cambiando un poco la posición de piernas, llegando a aplastarla con mi peso, y noto que le gusta. Es de las que le gusta el macho grande, capaz y dominante, eso se nota. Sin mediar palabra se la meto por el culo en la misma posición y, llegado un punto, alterno agujeros. Ese culo aguanta lo que le eches.
Cambiamos de posición y le pido que se ponga a cuatro, cosa que hace de muy buena gana, siempre con una sonrisa, y me ofrece su culo al borde de la cama. Yo, de pie, se la meto en el coño y sigo dándole fuerte, agarrándola de las caderas. Como antes, cambio también de agujero y le doy una merecida atención a su ano, limpio y dilatado. Puedes cambiar de agujero, meterla y sacarla en una embestida para ver el gape que hace, incluso meterle un dedo junto con la polla. Hoy venía con el nivel de cerdería contenido, pero otro día me apetece probar los dildos que tiene en la mesilla de noche y taladrárselo, quizá, con varios a la vez.
Dándome por satisfecho de la enculada, le digo al oído que me voy a tumbar, que me la chupe que quiero acabar. Así hago y ella se pone entre mis piernas y me propina un buen final. Le indico que también me de atenciones a los huevos y finalmente me hace una buena paja, sin sacarse el capullo de la boca, y descargo como un bendito. Ella lo acepta todo en la boca, limpiando todo y no dejando nada. Se levanta, lo escupe y vuelve a hacer buenos comentarios de toda la jugada.
Ducha postpolvo, charreta agradable y a casa.
Una muchacha agradable con la que todo hijo de vecino debería follar.